Expresión Oral. Conjunto de técnicas para comunicarse oralmente con efectividad, en otras palabras, expresar lo que se piensa sin barreras.
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Formas de la expresión oral
Cuando se expone de forma reflexiva algún tema, se hace,
generalmente de forma objetiva, tras haberlo pensado y analizado
detenidamente. Esta modalidad expresiva se utiliza en los discursos
académicos, conferencias, charlas, mítines, etc., y en algunos programas
de los medios de comunicación.
Expresión oral espontánea
La principal finalidad de la expresión oral espontánea es la de
favorecer el rápido intercambio de ideas entre las personas, pero puede
tener otras. La persona que habla es el centro del discurso coloquial,
dirigido a un 'tú' que escucha. A su vez, el 'tú' se convierte en 'yo'
cuando le contesta.
La estructura del discurso
es generalmente abierta, porque el texto se produce en el momento mismo
en el que se habla. El emisor puede variar su discurso, alargarlo o
acortarlo, en función de la reacción que cause en quien le escucha.
La expresión oral, por lo general, es dinámica, expresiva e
innovadora. Cobra en ella gran importancia el acento, el tono y la
intensidad dados a cada palabra o frase, porque atraen o refuerzan la
atención del oyente. La modulación de la voz,
los gestos, los movimientos de nuestro rostro y cuerpo, etc., ayudan a
comprender el verdadero significado del discurso; también influyen la
intención y el estado de ánimo de quien habla.
En la expresión oral se reflejan las variedades lingüísticas
geográficas, sociales y de estilo, que ponen de manifiesto la
procedencia y la cultura de quien se está expresando.
Las oraciones suelen ser breves y sencillas. El contexto, la situación y
los gestos favorecen la elipsis (omisión o supresión) de palabras:
— ¿Vienes conmigo?
— Sí (voy contigo).
Al estar el discurso poco elaborado, en la expresión oral son frecuentes:
- Las interrupciones momentáneas, repeticiones, incoherencias y divagaciones: esto...; claro que...; ¡porque sí, porque lo digo yo!
- Las palabras comodín (que sirven para referirse a conceptos muy distintos), como cosa, cacharro, y el uso genérico de verbos como haber, hacer o tener.
- Las muletillas, palabras que se repiten por hábito, costumbre, etc.: bueno, eh, ¿no?
- Las locuciones (grupos de palabras), los refranes o las frases hechas: tela marinera; de tal palo, tal astilla; echar la primera papilla.
- Las expresiones exclamativas e interrogativas: ¡qué me cuentas!, ¿vienes o no?
- Las incorrecciones lingüísticas, como la pérdida de la -d- intervocálica del participio: comío; el uso del infinitivo por el imperativo: seguir, seguir así...; o el apócope (eliminación de sonidos) de ciertas palabras: *na por nada, *pa por para.
- Los errores de concordancia, las frases sin terminar: si yo te contara...
- Las metáforas coloquiales: alucinar, echar chispas.
- Los sufijos diminutivos o aumentativos, y las intensificaciones: poquito, cachito; mogollón; ser algo la repera o una auténtica maravilla.
- Las fórmulas de apertura o cierre de la conversación: ¿qué tal?, hasta pronto; y las de transición: y tal, y ya está, y punto.
- Las fórmulas expresivas para mostrar conformidad, desacuerdo, enfado, etc.: por supuesto, desde luego; ¡qué va!, de ningún modo; ¿qué se ha creído?
Expresión oral reflexiva
La principal función de la expresión oral reflexiva es la de atraer y
convencer o persuadir al oyente. La estructura del texto y la propia
construcción sintáctica están más elaboradas que en la expresión oral
espontánea. El vocabulario es más amplio, escogido y variado. El
registro lingüístico (las palabras y giros que se utilizan) tiende a ser
culto o, al menos, cuidado. Se procura evitar las incorrecciones
lingüísticas.
Cuando describimos a alguien, explicamos cómo es físicamente, la
ropa que lleva, los rasgos significativos de su personalidad, lo que le
gusta o desagrada...; es decir, todo lo que forma parte de su forma de
ser y su apariencia.
¿Qué es una descripción?
Una descripción es el dibujo, hecho con palabras, de personas, animales,
lugares u objetos, mediante la exposición de sus características,
cualidades, usos, etc., a fin de que otros puedan crear una imagen
mental de ellos. La descripción también es la explicación minuciosa de
sentimientos y sensaciones, o de los procesos o procedimientos para
hacer algo.
¿Dónde y cuándo utilizamos las descripciones?
En nuestra vida cotidiana, usamos constantemente las descripciones
para explicar cómo es lo que nos rodea, nuestros sentimientos o
ilusiones, los procesos para hacer algo, como llegar a un sitio,
preparar una tarta...
También se emplean muy habitualmente en distintos tipos de textos:
- De carácter científico, técnico o humanístico: descripción de animales, plantas, elementos químicos, definiciones de palabras, etc.
- Informativos o publicitarios: manuales de uso de ciertos productos, en los que se señala cómo son, cómo funcionan y se manejan; folletos turísticos que describen lugares, sus gentes, costumbres; etc.
- Literarios, como las novelas, para describir a los personajes y los ambientes en los que se sitúa la acción.
Características de las descripciones
En toda descripción pueden distinguirse los siguientes aspectos:
- Un tema, que es lo que se describe.
- Los elementos o partes que lo constituyen y las características más destacadas que lo definen (forma, tamaño,color, rasgos físicos o psíquicos, etc.).
- Los recursos expresivos que utiliza el narrador en ella.
La descripción tiende a ser concisa, clara y objetiva en los textos
técnicos, científicos y humanísticos, completada en ocasiones con
gráficos o imágenes; en los propagandísticos y literarios suele ser subjetiva, pues es habitual que influyan emociones o valoraciones personales.
Tipos de descripciones
Descripciones de personas
El retrato es la forma más habitual de describir a una persona. En él
se mezclan las características físicas, psicológicas y morales del
personaje.
Si solo se describen los rasgos físicos y la vestimenta de la
persona, se habla de prosopografía; por el contrario, la etopeya se
ocupa únicamente de las cualidades psicológicas y morales: carácter,
forma de ser y de actuar, personalidad...
Por último, hay que mencionar la caricatura, en la que se dibujan
las peculiaridades de la persona, mediante rasgos muy exagerados, con
una finalidad humorística.
Descripciones de lugares
El interés puede centrarse en el lugar mismo o en su importancia como
marco en el que se desarrolla una acción. Tanto si se describe un
paisaje amplio, como una ciudad, o si se trata de un interior, es
importante observar el orden elegido por el autor para realizar la
descripción: el tipo de planos (desde uno general, que abarca muchas
cosas, a un primerísimo plano, que centra su atención en pequeños
detalles), si se ordenan los datos de izquierda a derecha, de arriba
hacia abajo...
Descripciones de objetos
Se describen las formas, los colores, los pequeños detalles o matices, las texturas...
Recursos estilísticos de la descripción
La descripción se caracteriza principalmente por la utilización de
sustantivos y adjetivos calificativos, antepuestos o pospuestos al
nombre, que el autor elige con precisión: grandes ojos azules.
Escasean los verbos,
son copulativos o apenas presentan acción o movimiento. Casi siempre
están conjugados en pretérito imperfecto de indicativo: era simpática;
estaba siempre enfadado.
Son frecuentes los símiles o comparaciones (astuto como un zorro, frío
como el hielo), las metáforas (era un lince para los negocios), las
imágenes sensoriales (amarillo chillón), las personificaciones (el
ordenador solía estar cansado), etc.
¿Cómo se hace una descripción?
Para conseguir realizar una buena descripción, es necesario seguir estos pasos:
- Observar detenidamente aquello que queremos describir, a través de los cinco sentidos, para anotar todos los detalles, las características, las cualidades...
- Seleccionar solo aquello que sea significativo para el tipo de texto descriptivo que queramos hacer: técnico, científico, literario...
- Clasificar y ordenar los datos elegidos de forma coherente.
- Utilizar, al hacer la redacción, los recursos estilísticos descritos anteriormente.
Cuando se quiere demostrar a alguien que lo que se dice es verdad, cuando no
se está de acuerdo con la opinión de otro o al rechazar una invitación, se alegan
una serie de razones con las que se justifica una opinión o decisión; es decir, se
argumenta.
¿Qué es una argumentación?
Es una de las manifestaciones del discurso oral o escrito, cuya
principal finalidad es la de convencer de algo a quienes escuchan o
leen. A través de razonamientos, se intenta probar o justificar aquello
que se defiende y, al mismo tiempo, rebatir las opiniones contrarias.
¿Para qué sirve?
Con la argumentación se intente:
- Defender una opinión o un punto de vista sobre algún tema, demostrando que son más acertados que los de los demás;
- Poner de manifiesto los fallos o errores de quienes se oponen a nuestra argumentación para hacerles cambiar de parecer;
- Convencer a los que nos escuchan o leen para que admitan como cierto lo que decimos.
¿Dónde y cuándo argumentamos?
Todas las personas argumentan en la vida diaria, cuando quieren
convencer a los amigos o familiares de algo o intentan inducirlos a que
actúen de una determinada forma.
En las campañas electorales, se argumenta para convencer a los electores
de que les conviene votar a un determinado partido y no a otro..
En el campo judicial, cuando el fiscal o el abogado intentan convencer de la culpabilidad o inocencia del acusado.
En los sermones religiosos, se argumenta a fin de persuadir a los fieles sobre la necesidad de seguir una determinada doctrina.
En los medios de comunicación, cuya finalidad es la de informar y
crear una determinada opinión, se realizan argumentaciones de acuerdo
con la ideología que estos tengan.
La argumentación se utiliza mucho en las disciplinas humanísticas
(lingüística, literatura, filosofía...), cuyas teorías se apoyan en razonamientos lógicos o valoraciones que no todos aceptan.
La estructura de la argumentación
En muchos textos argumentativos se distinguen tres partes:
- La tesis o idea básica que se va a defender. Esta se presenta de forma concisa y clara.
- El cuerpo de la argumentación, donde se apoya, justifica o fundamenta la tesis con una serie de razones.
- La conclusión, extraída a partir de los argumentos expuestos, con la que se refuerza la tesis inicial.
Los argumentos
Para ser más convincente, el autor puede reforzar su propia opinión:
- Apelando a la experiencia de quienes le escuchan o leen.
- Apoyándose en estadísticas, cifras, imágenes o datos que confirmen su parecer.
- Aportando citas de personas de reconocido prestigio en ese mismo campo del saber, que hayan expresado la misma o similar opinión.
- Recordando ejemplos, anécdotas o citas literarias, de los que se extraiga idéntica conclusión a la defendida.
Si el emisor quiere convencer a quien le escucha, es aconsejable que
exista desde el principio un acuerdo mínimo con este, pues de lo
contrario será muy difícil convencerle completamente de los
razonamientos que se exponen. Los argumentos que se utilicen en una
argumentación han de ser creíbles y estar documentados y ordenados; no
deben contradecirse entre sí ni ser falsos.
También han de estar expresados de forma clara, organizada y sencilla.
¡Sólo así será convincente la argumentación!
Constantemente el ser humano cuenta o le cuentan historias,
episodios o sucesos reales, pues necesita enterase de lo que ocurre a su
alrededor o lo que sucede en el mundo; pero también le encanta escuchar
o leer historias inventadas: cuentos, leyendas, novelas... Para todo
ello utiliza la narración.
¿Qué es una narración?
Una narración es un relato de algo real o ficticio, contado de forma
que resulte creíble. Se pueden narrar historias o sucesos utilizando
medios muy distintos: de forma oral o escrita, mediante gestos, a partir
de dibujos, con fotografías, fotogramas de películas...
¿Cuándo utilizar las narraciones?
Se utilizan las narraciones cuando se desea:
- Contar a alguien lo que pensamos, hacemos, sentimos o hemos presenciado.
- Referir los sucesos históricos de un país o de una época.
- Dar noticia de lo que sucede o ha sucedido en el mundo, a través de los medios de comunicación.
- Contar un cuento, una fábula, una novela, una película, un chiste, etc.
Características de las narraciones
Toda narración cuenta una historia, estructurada en tres partes: planteamiento, nudo y desenlace.
En el planteamiento se expone:
- quién o quiénes son los personajes que intervienen en la historia o suceso;
- dónde se desarrolla;
- cuándo ha ocurrido;
- qué ha pasado.
En el nudo o desarrollo se explica más extensamente la trama de lo ocurrido, es decir, cómo y por qué ha sucedido.
El desenlace muestra el final de la historia o la conclusión.
En las narraciones siempre hay un narrador, que es el encargado de:
- Contar los hechos, en primera, segunda o tercera persona verbal, pues el narrador puede ser un personaje de la historia o un testigo de esta.
- Decidir el orden del relato: desde el principio hasta el final, empezando por la mitad de lo narrado o comenzando por el final, como en las novelas policíacas.
- Definir a los personajes por su aspecto físico, carácter, actuación o las relaciones que entabla con los demás.
- Decidir el ritmo, rápido o lento, de la narración.
- Precisar el lugar y el tiempo de la historia.
Se cuenta un cuento, una fábula, una novela, una película, un chiste,
etc., y también... una leyenda. El siguiente fragmento pertenece a El
monte de las ánimas, una de las famosas leyendas del escritor español
del siglo XIX Gustavo Adolfo Bécquer. Quizá, después de leerlo, sientas
curiosidad por saber qué es lo que en ella se narra:
“Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche
aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la aurora; vuelta de
su temor, entreabrió los ojos a los primeros rayos de la luz. Después de
una noche de insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y
blanca del día! Separó las cortinas de seda del lecho, ya se disponía a
reírse de sus temores pasados, cuando de repente un sudor frío cubrió su
cuerpo, sus ojos se desencajaron y una palidez mortal descoloró sus
mejillas; sobre un reclinatorio había visto, sangrienta y desgarrada, la
banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que fue a buscar
Alonso.”
Tipos de narraciones
Las narraciones pueden ser:
- Literarias: novela, cuento, leyenda, fábula, poema épico, romance, etc.
- No literarias: basadas en sucesos reales, noticias periodísticas, crónicasde reinados, informes, anécdotas, etc.
- Gráficas: cómic, tebeo, chiste...
Recursos estilísticos de las narraciones
En la narración se utilizan mucho los verbos que indican acción o
proceso, generalmente, en tercera persona del pretérito indefinido
(vivió, corrió, se apresuró...) o del presente (habla, posee,
trabaja...).
Apenas existen adjetivos calificativos porque retardan la acción.
Abundan las indicaciones temporales y locales: en aquel tiempo,
muy cerca deallí...
El narrador intenta captar y mantener la atención del oyente o lector
con fórmulas lingüísticas, apelaciones, interrogaciones, etc.: pero...
¿qué sería de ellos?; se preguntará el lector...
En una misma narración se pueden utilizar uno o varios puntos de vista desde los que se narren los hechos.
Es muy habitual intentar embellecer el relato con figuras retóricas y literarias.
¿Cómo se hace una narración?
Para que una narración desempeñe bien su función, antes de escribirla, es imprescindible:
- Determinar lo que se quiere contar, seleccionando solo lo relevante para no hacer pesado el relato.
- Decidir entre la primera, la segunda o la tercera persona narrativa.
- Disponer el orden en que se va a escribir o contar la historia.
- Elegir los recursos lingüísticos o literarios, así como el tono que se va a utilizar para presentar los hechos, los personajes e incluso la misma historia.
¿Te gusta charlar con tus amigos? ¿Sobre qué asuntos habláis? ¿Estás
siempre de acuerdo o surgen diferencias? Cuando conversas, estás
entablando un diálogo, la forma de comunicación más directa, en el que
uno habla y otro responde, rebatiendo, reafirmando o completando los
planteamientos que se presentan. El diálogo
es, además, un método ideal para conocer a los demás e intentar
solucionar problemas. Quizá, en el mundo actual, se echa en falta algo
más de
diálogo. ¿Tú qué crees?
¿Qué es un diálogo?
Un diálogo es una charla o conversación entre dos o más personas, en la cual intercambian ideas, opiniones o puntos de vista.
¿Dónde y cuándo utilizamos los diálogos?
Los diálogos son muy frecuentes en la lengua oral, ya que todos sentimos necesidad de hablar y escuchar a los demás.
El diálogo elaborado se da en debates, tertulias, entrevistas,
encuestas...
Casi todos los textos narrativos (novela, cuento, fábulas...) incorporan
diálogos para hacer más variada y amena la narración, incluso algunos
poemas toman forma dialogada:
-El chamariz en el chopo.
-Y ¿qué más?
-El chopo en el cielo azul.
-Y ¿qué más?
-El cielo azul en el agua.
-Y ¿qué más?
-El agua en la hojita nueva.
-Y ¿qué más?
-La hojita nueva en la rosa.
-Y ¿qué más?
-La rosa en mi corazón.
-Y ¿qué más?
-¡Mi corazón en el tuyo!
Pero cuando el diálogo es realmente básico es en las obras
teatrales, donde el autor cuenta una historia a través de las
conversaciones entre los distintos personajes. Lo que dice cada uno de
los interlocutores va precedido por una raya(-). El siguiente ejemplo es
un fragmento de Los tres sombreros de copa (1932), una divertidísima
obra teatral del escritor español Miguel Mihura:
DON ROSARIO.-Yo no podría dormir tranquilo si supiese que debajo
de la cama hay una bota... Llamaré ahora mismo a una criada. (Saca una
campanilla del bolsillo y la hace sonar.)
DIONISIO.-No. No toque más. Yo iré por ella. (Mete parte del cuerpo por
debajo de la cama.) Ya está. Ya la he cogido. (Sale con la bota.) Pues
es una bota muy bonita. Es de caballero...
DON ROSARIO.-¿La quiere usted, don Dionisio?
DIONISIO.-No, por Dios; muchas gracias. Déjelo usted...
DON ROSARIO.-No sea tonto. Ande. Si le gusta, quédese con ella.
Seguramente nadie la reclamará... ¡Cualquiera sabe desde cuándo está ahí
metida...!
DIONISIO.-No. No. De verdad. Yo no la necesito...
DON ROSARIO.-Vamos. No sea usted bobo... ¿Quiere que se la envuelva en
un papel, carita de nardo?
DIONISIO.-Bueno, como usted quiera...
DON ROSARIO.-No hace falta. Está limpia. Métasela usted en un bolsillo.
(Dionisio se mete la bota en un bolsillo.) Así...
Características de los diálogos
En un diálogo, el discurso se presenta fragmentado, ya que los
interlocutores van alternando sus intervenciones e incluso pueden
interrumpirse en un momento determinado.
Con cada parlamento, cada vez que un personaje interviene, se
intenta captar la atención de quienes escuchan e influir en ellos, pero,
a su vez, los interlocutores pueden contestar y contrarrestar lo dicho.
Muchos elementos de las frases están omitidos o elípticos, ya que los
gestos, el contexto y la situación lo permiten.
Tipos de diálogos
Hay varias formas de expresar un diálogo, pero las más frecuentes son las siguientes:
- Estilo directo. Recoge las palabras textuales de los interlocutores: —Está bien, iré —dijo ella.
- Estilo indirecto. Un narrador cuenta lo que dijeron los personajes utilizando un verbo como decir, replicar, responder, hablar, susurrar, gritar, etc., aclarando, al mismo tiempo, las circunstancias que rodearon al diálogo: Sin pensárselo dos veces, ella dijo que iría.
- Estilo indirecto libre. En él se mezclan el estilo directo y el indirecto: Sin pensárselo dos veces, ella dijo que iría, aunque añadió: —Pero no conduciré yo.
Recursos estilísticos de los diálogos
En los diálogos espontáneos se suelen utilizar los siguientes recursos estilísticos:
- Son frecuentes las expresiones de apertura, como los saludos (¡Hola!, ¿Cómo estás?, ¡Buenos días, etc.), y de cierre (¡Adiós!, ¡Hasta pronto!, ¡Hasta mañana!, etc.), expresiones de cortesía a las que el interlocutor suele responder con otras similares. También son habituales las llamadas de atención al oyente (Escúchame, Atiende, etc.).
- Se utiliza un vocabulario sencillo, directo, expresivo, favorecido por el contexto y la situación.
- Las frases son breves, con tendencia a lo coloquial y espontáneo; en ellas cobra mucha importancia la entonación.
- El estilo, generalmente, es poco cuidado.
Si el diálogo se ha elaborado con anterioridad, como en los debates,
coloquios, etc., el lenguaje es más cuidado, estructurado y escogido, y
la sintaxis, más compleja.
Las normas del diálogo
El diálogo supone un intercambio de ideas entre dos o más personas, por
lo que es indispensable:
- Saber hablar y escuchar, respetando el turno de palabra.
- No intentar acaparar la atención convirtiendo el diálogo en un monólogo.
- Evitar las divagaciones, ordenando nuestras ideas antes de intervenir.
- Dar el tono adecuado a nuestras intervenciones.
- Ser respetuosos con los demás, aunque discrepemos con lo que manifiesten.
Dentro de las habilidades idiomáticas y a las que se le debe dar un tratamiento especializado están las siguientes:
¿Qué se entiende por escuchar?
Proviene del latín auscultare. Oír con atención. Sinónimo de Oír. //
Prestar atención a lo que dice otro. // Hablar con pausa y afectación,
como deleitándose en lo que dice uno.
El oír se refiere a la recepción física de las ondas sonoras a través
del oído. Escuchar, en cambio incluye además de oír la capacidad de
recibir y utilizar la información captada a través del canal auditivo.
La comprensión auditiva y el lenguaje oral están estrechamente
relacionados, tienen muchos aspectos en común. Se necesita desarrollar
la escucha para lograr un adecuado desarrollo de la
expresión oral. Para garantizar el trabajo por la escucha se deben
desarrollar diferentes actividades como:
- Organizar secuencias de acontecimientos vistos o escuchados, seleccionar clases para reconstruir el mensaje del hablante; un aprendizaje efectivo y una participación exitosa en la vida se logra, por todos los medios, si los niños atienden y se concentran.
- Para desarrollar el trabajo se necesitan aprender a distinguir los distintos tipos de escucha.
a) Atencional: Cuando el oyente la emplea para obtener información y
poder participar afectivamente, se utiliza con mucha frecuencia en el
aula para escuchar órdenes, instrucciones, mensajes.
b) Analítica: Cuando el oyente analiza el mensaje para responder o
resolver alguna cuestión, si llega a emitir un juicio, se está entonces
ante un “escuchar crítico”. Esta forma puede manifestarse al escuchar
para responder preguntas o para dar su opinión.
Es importante que el maestro enseñe a sus alumnos los aspectos que deben
tener en cuenta para poder escuchar bien entre ellos están:
- Guardar silencio.
- Respetar la palabra ajena.
- Atender y pensar en los que otros dicen.
- Saber pedir la palabra.
- No interrumpir al que habla, si se desea decir algo se debe esperar a que termine.
- No hablar a coro ni a gritos.
- No mostrarse impaciente y no hacer gestos exagerados mientras otros hablan.
La conversación: puede ser sobre temas sugeridos o seleccionados
libremente; narrar cuentos, textos leídos, hechos, vivencias y
experiencias.
- Dramatizar cuentos conocidos, textos leídos, diversas situaciones libremente seleccionadas, así como vivencias y experiencias.
- Describir estableciendo relaciones entre el elemento de lo que se describe personas, animales, objetos y paisajes de la realidad, de lámina de lo que recuerdas o imaginas.
- Memorizar trabalenguas y adivinanzas.
- Recitar poesías.
En el programa de Ajustes Curriculares para el curso 2004 – 2005 de
la enseñanza Primaria, se precisa que en todos los niveles y
particularmente en primaria, es fundamental que se atienda de manera
específica lo que usualmente identificamos como las cuatro habilidades
idiomáticas: escuchar, hablar, leer y escribir. Ellas deben atenderse en
todas las asignaturas; pero de manera especial deben ejercitarse en las
clases de Lengua Española.
La habilidad deESCUCHAR es una de las menos trabajadas y atendidas.
Obsérvese, por ejemplo, que aparece muy poca bibliografía
especializada al respecto y que todavía son muy pocos los trabajos
investigativos que se ocupan de ella. Enseñar a escuchar debe ser una
tarea priorizada de la escuela; muchos problemas relacionados con el
aprendizaje de la lectura y de la escritura y el desarrollo exitoso de
las habilidades ortográficas depende, en buena medida, de la atinada
selección de variadas y sistemáticas actividades que permitan alcanzar
una escucha analítica y apreciativa.
La habilidad de hablar
se vincula directamente con la de la escucha; tampoco suele atenderse
de manera particular en los diferentes grados. Por eso no es raro
encontrarse alumnos que llegan a la enseñanza media superior con grandes
problemas de expresión, la que se ve afectada por diversas deficiencias
relacionadas con la dicción, por referir solo uno de muchos aspectos
que había que atender.
Fuentes
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- Algunas reflexiones acerca del lenguaje y la necesidad de los estudios gramaticales. ____ p.23-24: Editado por juventud Rebelde, octubre 2000.
- ALMENDRO, HERMINIO. Algunas consideraciones acerca de la enseñanza del Español.____ La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1975.___ 200 P.
- ARIAS LEYVA, Georgina. Español 3: Hablemos sobre la comunicación oral.____ La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1995.
- Formas de Expresión oral. __ P 32-33 -- En Su Lengua y Literatura. ___ La Habana: Ed. Instituto Cubano del Libro, 1971.
- GARCÍA ALZOLA, Ernesto. Lengua oral y escrita.___ P. 14-17. EN SU Lengua y Literatura.___ La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1971.
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- Hacia el perfeccionamiento de la escuela primaria. – La Habana Ed. Pueblo y Educación, 2002.
- PORRO RODRÍGUEZ, Migdalia. Las formas espontánea de la expresión oral.__ P.25. __ EN SU Práctica integral del idioma español.__ La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1983.
- PÉREZ HERNÁNDEZ, Miguel Ángel. Ir Enriqueciendo la lengua.__ P. 36. EN Educación.-- Nº 106. __ Ciudad de la Habana, mayo- agosto 2002.
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